lunes, 12 de julio de 2010

Ejemplos representativos

Maquiavelo en su libro presenta demasiados ejemplos con los cuales ilustra sus teorías acerca de la vida militar, toma las vivencias de muchos generales reconocidos para apoyar sus comentarios. A continuación son presentados algunos de los ejemplos sobresalientes:

1. Quien quiera dar una batalla con la casi certeza de no ser derrotado, coloque su ejército en donde tenga refugio inmediato y seguro, como un terreno pantanoso, una montaña o un aplaza fuerte. A este recurso apeló Anníbal cuando empezó a serle contraria la fortuna y temía el valor de Marco Marcelo, refugió sus tropas en un terreno pantanoso que conocían bien y cuando el enemigo quiso perseguirle le derrotaron con facilidad.

2. Cuando Anníbal supo que un fuerte enemigo quería atacarle, consiguió ochenta elefantes, los puso al frente de su ejército y fue al encuentro de las tropas enemigas, éstas viéndose atemorizadas por la arremetida de estos colosos animales, se desorganizaron y fueron derrotadas.

3. Para desordenar al enemigo durante la lucha es preciso hacer algo que le asuste, o anunciar la llegada de nuevos refuerzos o imaginar algún ardid que aparente recibirlos, de modo que, engañado por la apariencia, se atemorice y sea fácil vencerlo. Cayo Sulpicio hizo montar a los mercaderes y logreros que seguían al ejército en mulos y otros animales inútiles para pelear, pero formados, de modo que asemejaban un cuerpo de caballería y les mandó presentarse sobre una colina, mientras él luchaba con los galos, logrando con este ardid la victoria.

4. Los iberos para vencer el ejército de Amílcar, pusieron al frente del suyo carros llenos de hierbas secas y arrastrados por bueyes. Al comenzar la batalla encendieron las hierbas, y huyendo los bueyes de las llamas, penetraron en el ejército de Amílcar y lo desorganizaron, lo cual causó su derrota.

5. Tito Dimio empleó con gran astucia un medio para ocultar al enemigo el daño que había sufrido en una batalla. Estuvo combatiendo hasta la noche con grandes pérdidas, y durante la obscuridad hizo enterrar la mayoría de los muertos. Los enemigos, al ver al día siguiente tantos muertos de los suyos y tan pocos de los romanos, creyeron que la desventaja estaba de su parte y se retiraron.

6. En la guerra contra los cimbrios quiso Mario saber si podía confiar en los galos cisalpinos, aliados entonces al pueblo romano, y les mandó unas cartas abiertas y otras cerradas, diciéndoles en aquéllas que abriesen éstas en determinado plazo. Antes de que se cumpliera se las pidió, y, al encontarlas abiertas, comprendió que no podía fiar en ellos.

7. Muchos generales han vencido al enemigo permitiéndole comer y beber extraordinariamente. Para ello, fingiendo temor, han dejado su campamento lleno de víveres y vino, y cuando los contrarios estaban hartos de comida y bebida les han atacado y vencido. Esto hizo Tamiris contra Cyro, y Tiberio Graco contra los iberos. No ha faltado, en fin, quien en estos casos envenene el vino y los víveres para que la victoria sea más fácil.

Todos estos ejemplos nos muestran como la astucia y la creatividad de los generales jugaban un papel fundamental en la consecución de la victoria. Siempre estaban imaginando artificios que les ayudaran a superar las dificultades y conseguir superar al enemigo. Podemos sacar como enseñanza que acudir a la creatividad para buscar dar soluciones prácticas a los problemas, puede convertirse en una herramienta indispensable para lograr superar los obstáculos.

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